sábado, 25 de octubre de 2025

Lo que perderemos en el fuego.

Sí, he estado pasando un tiempo fuera.

Quería volver, pero miles de obsesiones en mi cabeza era como gotas de alcohol en un incendio hecho para corroer hasta el más mínimo asomo de cordura. Quería prenderme fuego. Que cualquier motivo fuera el que me dejara explotar de una vez por todas. Entonces, sucedieron varias cosas. Quería vivir más libre, ya sabes, el pasado que tiene que morir. Tuve una especie de muerte pacífica. Rompí mi corazón hasta decir que ya no podía seguir viviendo de esa manera. De adentro hacia afuera. Seguir recordando donde todavía duele donde no estás. No fue como un mátame. mátame ya, pero sí, me sigue pisando los talones, diciendo: no, espera todavía no, aún queda y bastante.

No es placentero. No lo es. A veces, no sabes qué esperar.

No quiero hablar de ese día cuando casi acabo con todo. Se me había terminado todo y casi no tuve tiempo de racionalizar el por qué, pero estoy cansadx que me afecte tanto.

Todo soldado elige sus batallas.

Yo no sé pelear. Sólo sé defenderme y decir cuando algo es mío y cuando no. Y cuando no dudas de que algo es tuyo, es cuando comienza a perseguirte el pulso de muerte.

Volverá... créeme.

En fin, estaba tranquilamente ocupándome de mi soledad, hasta que... joder, ah sí, las exigencias. Ver que el tiempo es escaso, es como un golpe directo a mi trabajo metódico, intentado ver frutos que efectivamente, descuidé. Ganas de tirar todo a la chingada. Gritar a la gente y sacudir la jaula que escapé, o que más bien, no me volví a meter ya más nunca. Después, vaya, admito que soy parte del problema. Soy un jodidx outsider. La expulsión es algo que me acostumbré y ahora sólo estoy practicando las piruetas sobre la tabla de surf de las envidias ajenas, ¿y qué culpa tengo yo? El no permitir que los demás cumplan sus expectativas conmigo se volvió ley, tanto así que la risa se asoma sola, así que, voltéate para que pueda reírme en tu cara.

Hace tiempo, antes que pudiera darme cuenta, dejé de esperar empatía. La compasión da asco. Fue suficiente. No quiero recordarlo. Dejé de volverme una ameba sin forma para conformar a quienes viven de ego a costa de mi felicidad.

¿Hasta cuándo? ¿Qué quiero? ¿Dónde quedaron mis sueños? ¿Quién me envió a reencarnar en este mundo?

Estoy tratando de controlarme. Debería estar tranquilo. Oh, gracias a Dios que tengo la escritura. Volví a perder mi centro. Previamente, me dejé arrastrar a las garras de la locura. Me volqué de lleno hacia una cosa... que realmente me cuesta aún ponerle nombre. 

Está dentro mío. Vive en mí. Lo oigo respirar. Hablar. Golpear. Implorar. Pidiendo mi atención, que en varias ocasiones me prometí no volver a darle, diciendo: no te mereces esto, pero me demostró otra versión de la historia. Sé que con eso me estaba diciendo "yo no soy lo que tú piensas, por favor perdóname". Ah, sí, lo sé, nene. Lo sé. Pero por favor, entiéndeme. Mi hambre de amor es mucho más que un instinto de carencia que llueve directo en mi infancia. Parece gratuito, pero viene en mí y no sé si llegará el momento cuando finalmente te lo dé todo.

Yo no tenía hambre, pero sí quería entender el porqué de aquellas vacilaciones. He leído e investigado, y es terrible saber, la incertidumbre que conlleva todo esto. Quién te ama, lo hará con todo y heridas, cuya pregunta que siempre me lastima es: ¿se quedará?

No lo soporto más. No voy a pelear contra el deseo hasta que un día me demuestres que mi lealtad hacia a ti no vale nada. Hasta ver que hayas dejado la auto-indulgencia como forma de vida. Quisiera verte morir como yo lo hice para saber que has renacido.

¿Sabes lo mucho que deseo perderme en esto y ser completamente tuyx?

¿Qué estoy diciendo?

Tengo miedo. Pero ese miedo no es tan grande como lo que está aquí dentro mío. Eso que te pertenece.

Te busqué durante años. Fue mi sueño desde que tengo uso de razón. Soy capaz de perderla, siendo derrotado por el llamado de mi alma que reconoce la tuya tan jodidamente profunda. Gritarte la falta de dudas que tuve cuando te conocí, los poemas que te dediqué, decirte lo mucho que tus palabras parecen las mías, tus silencios que llenan mis días de caos, que podría pasar horas comparando mi poesía con la tuya. Sin embargo, mis consejerxs internos me retienen: no, aún no es el momento; mira cómo están las cosas; piensa con la cabeza, no con el corazón; no está listo.

Pues más vale que lo estés.

Y si no es así, entonces, te enviaré todos mis demonios, y créeme, no son bonitos.

Lo sé. Es injusto de esta manera.

Siendo malvados uno con el otro.

Sé que hay algo allá arriba que está empujando las cosas y quieres que suceda.

Si puedes hacerlo mal, quiere decir que puedes hacerlo bien, porque eso significa que puedes hacerlo.

Sin embargo, estoy aquí.

Inmortalizando.

Suponiendo.

Analizando.

Fingiendo.


Folge Mir...



Tercer o cuarta reproducción. No sé. Ya perdí la cuenta.
Cuestión, es que son demasiado geniales.
Me hubieran pegado duro a eso cuando empecé con el punk rock.

viernes, 10 de octubre de 2025

Hopeless/Romantic

Con esto, no me quiero poner en modo acorazado, por así decirlo, pero con el tiempo te das cuenta lo poco que puedes confiar en las personas, y para ser más exactos... en absolutamente en nadie.

Quiero decir, todas las personas están asquerosamente contaminadas, cegadas por un ego enorme, por una falta de empatía que asquea, donde están siendo muy bien enmascaradas por un perfume que ellos lo huelen como agradable, pero en realidad no lo es. Cuando tienes el olfato demasiado sensible, te das cuenta la podredumbre que hay detrás. Que el maquillaje se les corroe, que la ropa no les favorece, de las encías están llenas de sangre de haber mordido a alguien tan fuertemente que hasta en su aliento puedes detectar la falta de ética, no en sus palabras, si no en sus acciones. Esas acciones...joder, malditamente tan mal orquestadas, tan jodidamente mal coordinadas, siendo impulsadas por un egoísmo de mierda de lo que ellos mismos defienden y justifican.

Vienen a mí buscando comprensión, algún tipo de redención.

Pero te mienten en la cara

¡Tienen el puto atrevimiento de mentirte en la cara! Para luego darte esas absurdas promesas que nunca se cumplen, de decir quererte cuando jamás te amaron, porque aquí vamos con la verdad: nadie jamás, sabrá amarte de verdad.

Te llenan de un afecto que se siente artificial. Te abren las puertas de su intimidad para hacerte sentir que eres suyo, pero en realidad no formas parte de su vida.

¿Y tengo que fingir? Y tengo que decir que estoy demasiado ocupado como para no darme cuenta, demasiado dormido, o demasiado distraído. Pero no... sabes que no, y se alejan de mí.

Pero aquí estoy, pedazo de porquería, estoy solo, no porque quiera, sino porque ellos me dejaron solo.

Porque no tuve opción. Porque fui el experimento fallido.

Porque no hubo nadie cuando me enfrié en la Iglesia.

Porque tuve que dormir en el suelo sin siquiera Cristo acompañándome.

Porque nadie jamás se puso en mi lugar, como yo sí lo hice por ellos.

Yo sabía que no iba a morir, pero me estaba sometiendo a un sufrimiento casi innecesario. ¿Y eso me ayudó a ser mejor? ¿A conocerme más tal vez? Desearía no haberlo hecho. Estos ojos vieron demasiado. Te comprendieron demasiado. Te conocieron demasiado.

Rompí la burbuja. Tenía que hacerlo, si no, ¿quién más estuvo ahí para abrirme los ojos? Nadie.

Esto, maldito infeliz, me hizo tomar contacto con una sensibilidad en un nivel casi extraterrestre. En recordar como todos esos hijos de puta romantizan la rareza, la admiran, la añoran. Yo no puedo con esto. No puedo con la hipocresía. Me dan asco.

"Oh, ojalá pudiera ser como tú" dirían sin palabras. No. No quieres ser como yo. Ya deja de seguirme. Deja de idealizarme. Deja de hacerme sentir como si tuviera que corresponder a esa fantasía tuya de ser tu salvador cuando no haces ni un movimiento ni para salvar tu vida.

Y sería un gran idiota por regresar y pensar que esta vez será diferente, porque que yo sepa, nadie de allí a fuera me quiere, y jamás lo harán. Verán esto y eligirán en qué versión de mí creer: en la que ellos inventaron o la que yo soy. Posiblemente elijan la primera. No les gusta cuando te sales del guion y no obedeces. Cuando te pones en modo independiente más allá de los errores que cometes. No puedes crecer. Sólo soñar. Aquel estado de consciencia en el que estoy que pide pagar un precio demasiado alto, todo por estar aquí, y ponerme la etiqueta de inalcanzable.
 
Oh por favor. Deja de engañarte. Deja de hacerte rogar. Admítelo. Reach out and touch me. No es tan complicado.

¿Quién demonios te crees que soy? No sé aún como estoy con vida. No sé aún como debería continuar, ni como debería ser mi vida. Según ellos, estoy en el camino incorrecto. Me alejé, me arranqué las vendas de los ojos, pero mi corazón sigue latiendo en el lugar correcto. No puedo entregarlo. No existe el hogar para mí. No existe.

No puedes entenderme.

No puedes escucharme.

No puedes reconocerme y luego irte como si nada y estar tan tranquilo como si no pudiera reclamarte nada.

¿Por qué son todos iguales siempre?

¿En dónde está el error? ¿En mí por confiar, o en ti por irresponsable?

Yo amé, joder. Amé con todo lo que pude ofrecer en ese momento. Iba a decirte lo mucho que significabas para mí aun cuando no lo merecías. Cuando eras un idiota sin habilidades sociales ¿Acaso crees que ahora poseo la fe en volver a creer? Una parte mía desea simplemente ilusionarse, amar sin miedo, existir y ser muy feliz, pero no. Tú, ni nadie quiere ser feliz sin pedir que el otro se mutile para realizarle una lobotomía previa como condición. Eso es lo que estás pidiendo que yo haga.

¿Y cuando me dijiste que yo era especial?
En ese momento que te sentí tan cerca, tan familiar, tan cercano... y tocamos el paraíso con las manos, simplemente, fue sólo una transacción, ¿verdad?
Por todas las cosas que jamás te dije, por todas las situaciones que jamás vivimos, y por lo que jamás me confesarás que sientes lo mismo... es lo que más duele, que prefiera vivir en tu cabeza, más segura, sin riesgo, sin poder saborear la victoria que no es tuya.
Eres un perdedor.
Eres un pusilánime.
Eres un asesino y lo sabes, pero no te importa. ¿Crees que a mí me importa? ¿Y crees que no te amo?
¿Qué fue lo que viste cuando me miraste a los ojos?
¿Por qué yo? ¿Por qué me escogiste?
No fue coincidencia.
Manoseaste mi alma y ahora, ¿qué pasa? ¿te quedaste sin municiones?
Cuando salí para verte, para mí era cuestión de vida o muerte. Para ti, ego camuflado. Bomba de humo. Borrachera de una noche. Lo olvidarás al día siguiente.

Ese es el mundo real. ¿Crees que quiero vivir en él? Pensé varias veces en irme de aquí. Todos mis ídolos están muertos. Una bala en medio en el centro de los ojos. Quisiera estarlo también. Sin embargo, debo seguir en pie casi de forma obligada, como si eso fuera razón suficiente. Yo no tengo motivos reales para vivir y no ando con tonterías buscando inyectarme dopamina con otros seres humanos como si fueran jeringas vivientes, pero los demás y tú sí. Esas jodidas bolsas de carne que de nada sirven y vienen aquí a ocupar un espacio sin sentido, esperando a que algo les dé sentido a sus vidas. Están perdidos, rotos, fingiendo una vida perfecta, tal como tú lo estás haciendo. Los usas los tiras, y sigues como si nada.

Oh, como quisiera tener un hermano y poder confesarlo. Te imagino como antes, y diciéndote todo como si pudieras verme y saber lo que siento, como cuando éramos niños, pero fuimos separados.

Estás colapsando. Eres un desastre. Un irresistible, pero irremediable desastre con un bello envoltorio que cree cubrir todos los cadáveres que ocultas.

El mundo no es lugar seguro para mí. Jamás me sentí a salvo, y cuando creí encontrar el lugar adecuado, en tus brazos... era putamente venenoso.

Y no cierras la puerta.

Pero te callas la puta boca.

Pues bien, eso haré.

Ah, ¿que no quieres hablar?

Pues, yo tampoco quiero.

No te defiendes.

Te destruyes solo.

En cuanto a mí, tendré que dejar que este amor se diluya, una vez más antes de que pueda probar otro amor que me cueste la vida.   

jueves, 9 de octubre de 2025

Will death cure all pain?


difícil elegir un solo show , porque todos me gustan.

jamás nadie podría entender, porque ni yo lo entiendo.

es una adicción.

estoy casi segurx que es porque las letras de SC me hablan directamente mí.

están hechas para mí.

y siempre lo hicieron.

demasiado literales, masacrando la realidad tal y cómo es.

||X|||


lunes, 6 de octubre de 2025

El sentido del deber ha arruinado mi existencia.

¿Sabes en qué me he estado fijando?

He estado reflexionando sobre por qué hago las cosas que hago... Y la verdad, la respuesta es simple: No soporto hacer cosas por obligación o por un sentido del deber; detesto el deber y las normas impuestas.

Mi forma de vivir es algo peculiar, ¿no crees?

Quisiera pensar que no tengo un conocimiento absoluto de mí mismx; no me conozco lo suficiente y espero cometer errores. La realidad es que encuentro placer en hacer las cosas solo por el simple hecho de que estoy aburridx. Para mí, el aburrimiento (no hacer nada) es esencial.

Cuando era niñx, el aburrimiento me acompañaba todo el tiempo, pero no lo sufría; al contrario, eso me llevaba a crear, a inventar mis juegos y cosas por el estilo. No tengo un impulso que me diga «debes ser ambiciosx, uuuyy que el trabajo, que el futuro, que el dinero», nada de eso.

No, hijo. Eso es adicción, es distracción.

¿Y a qué me dedico yo?

Simplemente me aburro. 

Constantemente. 

No quiero escuchar discursos sobre la sociedad y esas chorradas que gente mala leche. La verdad, me importa muy poco. La gente es ruido. Distrae. La gente que busca otra gente para juntarse es porque está vacía y no sabe divertirse solx.

El sentido del deber ha arruinado mi existencia. Lo que anhelo es aburrirme. Así es como recupero mi esencia. La gente tiende a exprimirme. Sin embargo, el aburrimiento me brinda fantasías sin fin.

~jxiv. 


Me convertiré en patrimonio nacional.

Ser un mero engranaje del sistema ha arruinado mi existencia.

La humanidad se encuentra extraviada.

La sociedad está deteriorada.

La fe ha desaparecido.

El pensamiento independiente brilla por su ausencia.

Todos son una masa homogénea. 

Réplicas de réplicas, persiguiendo placeres momentáneos, prisioneros de sus adicciones, atrapados en ciclos de irresponsabilidad.

¿Y quién soy yo? 

¿Un extraño?

¿Debería transformarme en uno de ellos, en un infeliz, en una herramienta del sistema enfermo que prefiere verte en un estado de sufrimiento para poder manipularte y hacerte consumir su mercancía?

¿Por qué piden una solución si en realidad no desean sanar? 

Todos están enganchados al sufrimiento, al morbo, a la violencia. 

Disfrutan de los conflictos y se nutren de ellos.

¿Y a mí me tildan de enfermo?


El Duelo del Día de los Muertos - pt.II

    Pienso demasiado. Analizo demasiado. Siento demasiado. De aquellos que dan mil vueltas hasta encontrarle sentido a algo, incluso cuando ...